Las cantatas de este programa están inspiradas en musas y personajes de la mitología griega recreando un ambiente festivo y amoroso, donde la danza y la música se entrelazan con la naturaleza. Élisabeth Jacquet de la Guerre, es a la vez la musa y compositora.

Los textos muestran una gran ambigüedad por lo que a veces —si no se atiende con atención al contenido— es difícil saber si han sido escritos a lo humano o a lo divino. En esos textos y frases enrevesadas pero de sonoridad bella y elaborada, radica parte del encanto de estas obras con el sello personal de la música española del XVIII.

Porque además de marcar una época, un estilo y un lenguaje, todo alrededor de la música parece que se subscribe a la figura de Bach, aunque sea para tomar un punto de referencia.

La música sacra supone un porcentaje muy elevado de composiciones musicales y trasmite el sentido espiritual que la sociedad comparte. Pasiones no terrenales que encuentran en la música su mejor lenguaje. Las Lamentaciones de Jeremías de Nebra o Lidón son sin duda una muestra de ello.

Los castrati sustituyeron a las mujeres en el inicio de la ópera en el siglo XVII … Ya formaban parte de los coros en el siglo XVI ... Su peculiar tesitura fue olvidada durante el esplendor de la ópera en el siglo XIX. En el concierto escucharemos obras coetáneas del siglo XVIII europeo.

Los franceses imitando a los italianos y los alemanes componiendo a la francesa...